Las tecnologías de la información se han vuelto un factor indispensable en la vida cotidiana, día a día confrontas diferentes situaciones las cuales gracias al avance constante de la tecnología y el gran ingenio del ser humano, todas estas situaciones se ven optimizadas y resueltas con muchos menos esfuerzos, por lo tanto se ha ampliado este enfoque tecnológico a diferentes actividades como las relaciones sociales, transacciones comerciales, trámites, consultas, búsqueda de información y hasta en el momento de tomar una decisión en la contratación de personal.
El futuro profesional se vuelve más exigente, más competitivo y más amplio a nivel conocimiento. A pesar de las grandes barreras generaciones y de su constante cambio tecnológico, lo cual hace mucho más complejo poder sumar estas habilidades, creemos que la cuestión de adaptarse es meramente un deber, hacer frente a un nuevo ecosistema digital y dar respuesta a la sociedad actual es parte de crecer, tanto como ser social, como laboral.
Para poder adentrarnos en el tema de competencias digitales, debemos comenzar conociendo a nivel conceptual de que hablamos.
Por definición se le considera competencia digital al espectro de poder hacer uso de dispositivos digitales, aplicaciones de comunicación, redes, tecnologías de la información y cualquier gestión a nivel digital.
Pero no solamente debemos saber que es una competencia digital, requerimos saber como aplican estas habilidades en una empresa y así poder diferenciar las clasificaciones de estas habilidades: soft y hard.
Las competencias hard, o mejor dicho, competencias duras, son las que representan o hacen referencia a todos los conocimientos técnicos como el internet of the things, Big Data, la inteligencia artificial, optimización, automatización, etc. Por otro lado, las competencias soft digitales, tienen un poco más de relevancia, pues pueden llegar a transformar una empresa, ¿Cómo? Contribuyendo en la incorporación de un nuevo software a los procesos de la empresa, o la forma de trabajar en la empresa, a diferencia de las competencias hard, estas competencias pueden adaptarse los constantes cambios del mundo digital, ejemplo: el trabajo en equipo, la capacidad de aprendizaje, etc.
El hecho de que los grandes avances tecnológicos en los próximos diez años tendrán un impacto directo en la forma de trabajar y en las estructuras del mercado laboral, sin dejar atrás aspectos esenciales como la vida, educación, salud y agricultura, es un factor primordial y podríamos atrevernos a decir que se convertirá en un factor clave a la hora de contratar, pues como antes mencionamos, las tecnologías hoy en día no solamente están involucradas en la sociedad, sino directamente en la forma de trabajar de las empresas.
Pero esto no queda aquí, no basta con desarrollar una competencia digital, esto debe ser en forma constante, tanto es así que hoy en día se le denomina “Learnability”, lo cual significa que tienes la capacidad de estar en constante aprendizaje y por ende, ser más eficiente a la hora de aprender una nueva competencia digital.
Las empresas se encuentran a medio camino: están realizando un gran esfuerzo para digitalizar sus empresas. Y es por este motivo que buscan perfiles que puedan encarar el cambio, adaptarse y liderarlo.
Creemos que el constante cambio es bueno, pues eso quiere decir que también habrá un constante aprendizaje. También creemos que a pesar de lo que ya conocemos sobre las competencias digitales, este factor se convertirá en un común denominador a la hora de generar un reclutamiento o selección de personal, aunque hoy en día no es algo tan visto, un artículo reciente de la UNESCO señala que las competencias digitales que antes se denominaban opcionales, hoy en día se an convertido en esenciales.
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